Adios 2020….Preparados para el 2021

Toca decir adiós al 2020. Un año difícil y exigente para todos, sobre todo, para las personas que han padecido la enfermedad, o que han perdido algún ser querido. Pero también para las personas que han perdido su empleo, o que han tenido que sufrir el confinamiento de una forma más precaria. 

Desde Red Íncola, ha sido un año de cambios y de amoldarse a la realidad sobrevenida. Se ha trabajado muy duro para acompañar a las personas migrantes, a las personas sin hogar y a los voluntarios, con un esfuerzo enorme del equipo técnico, que ha trabajado literalmente de sol a sol desde sus casas. 

Red Íncola siempre se caracteriza por ser una entidad muy flexible para responder a los cambios que se producen y dar una respuesta a las nuevas necesidades que se han planteado. Y eso es lo que nos ha tocado vivir este año, con los cambios en los programas. 

Y fruto de esta realidad, nos toca llevar a cabo una misión muy importante, transmitir y mantener esperanza ante los tiempos que se nos avecinan. Principalmente a través del acompañamiento y del servicio que prestamos a las personas vulnerables, pero también investigando sobre los cambios en los movimientos migratorios, sensibilizando a la sociedad e incidiendo para que no se olviden de los que menos tienen. 

Esa es nuestra misión actual y también para el 2021 transmitir y mantener esa esperanza que brota de la fe que nos sostiene a las entidades y personas que estamos detrás de esta fundación y que se compromete a través de tanta gente dispuesta a tender la mano.

Y le pedimos como dice la plegaria:

“Danos entrañas de misericordia
frente a toda miseria humana
Inspíranos el gesto y la palabra oportuna
frente al hermano solo y desamparado.

Ayúdanos a mostrarnos disponibles
ante quien se siente explotado y deprimido.
Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto
de verdad y de amor, de libertad,
de justicia y de paz,
para que todos encuentren en ella´
un motivo para seguir esperando.

Que quienes te buscamos sepamos discernir
los signos de los tiempos
y crezcamos en fidelidad al Evangelio;
que nos preocupemos de compartir en el amor
las angustias y tristezas,
las alegrías y esperanzas
de todos los seres humanos,
y así les mostremos tu camino
de reconciliación, de perdón, de paz…”

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