En Pascua celebramos que la vida vence a la muerte y que esta última, no tiene la última palabra. Es una noche de paso, de luz, de salvación, de alegría.
En Red Íncola tenemos la suerte de ser testigos continuos de esa resurrección en tantas personas que pasan por esta pequeña familia.
Iker mejora cada trimestre en las notas gracias al apoyo escolar. Teresa y Carmen, unas voluntarias que ponen todo su corazón en las clases de español para mejorar cada día. Rachida que ha podido recuperar a sus hijo para vivir en una misma casa y ha comenzado a trabajar en un restaurante. Vevy, la abogada, estudia nuevas vías jurídicas para poder buscar solución a los complicados trámites para poder tener permiso de trabajo.
También los hay como Daniel que ha conseguido con un grupo de amigos, formar una asociación juvenil intercultural, o como Charo y la empresa Prevenges, que gracias a su aportación como socios hacen posible que cada semana tengamos un café y rato de acompañamiento con las personas sin hogar en las frías noches de Valladolid.
Pequeños destellos, que pasan desapercibidos, en silencio, pero que si te fijas bien, hacen de este mundo un lugar donde brille la hospitalidad sin fronteras como espejo del Reino de Dios.
¡Feliz Pascua de Resurrección!
Foto de Sergi Cámara/SJM