Los jóvenes del Colegio Rafaela María esperan intrigados «¿que hay en las cajas negras que hay sobre la mesa? tienen un símbolo raro, ¿no?» se escucha a una alumna. Entonces comienza la aventura del alma del mundo.
En Red Íncola hemos creado un escape room educativo inclusivo que se puede llevar a cualquier espacio físico y en el que pueden participar hasta 30 personas. La actividad está basada en el libro «el alma del mundo» de Frederic Lenoir y ha sido financiado a través de la Fundación Pluralismo y Convivencia.
Esta actividad está dirigida a jóvenes tanto de centros escolares como del ámbito asociativo. El objetivo: colaborar para poder resolver todos los enigmas que se plantean y conseguir la llave del Alma del Mundo. «Los participantes adquieren el rol de personas de diferentes creencias religiosas y quedan encerrados en un monasterio del Tibet. Allí tienen que convivir durante 6 días, cada uno de ellos un reto en el que aprenden a reconocer diferentes confesiones y creencias religiosas, situaciones de exclusión y discriminación, y sobre todo tienen que trabajar en equipo».
Los escape room educativos son un recurso muy potente, que llama la atención y motiva tanto a los jóvenes como a educadores. Aprovechando esta herramienta, también se han puesto en marcha en el proyecto formación para educadores. El primer taller está programado para el 21 de marzo, día contra el racismo. «Aunque la religión es independiente de la religión, muchos de los discursos de odio hacia las personas migrantes o minorías étnicas están relacionadas con los prejuicios y estereotipos religiosos. Creemos que es importante sensibilizar en la comunidad educativa para mejorar la convivencia intercultural e interreligosa».