Detrás de las mascarillas, aún quedan algunas sonrisas. Y es que después de este tiempo de pandemia, tiempo duro y complejo que nos ha tocado vivir, volvemos a abrir las puertas del espacio intercultural en Segovia para acoger a tantas personas necesitadas de trabajo, sí, pero también de una mano amiga que pueda acompañar este difícil camino.
Durante estos meses, hemos querido estar cerca de las personas que más sufren, pero ha sido una cercanía «parcial», ya que los contactos eran telefónicos. A través del teléfono, hemos escuchado, consolado y hemos repartido esperanza, gota a gota.
Ahora, la evolución de la pandemia y los consejos sanitarios, nos permiten volver a atender presencialmente y acercarnos, de puntillas, a tantas realidades asoladas. En nuestros primeros días, hemos confirmado que el covid-19 ha causado estragos, que la sociedad necesita una profunda reflexión y que necesitamos volver a construir una sociedad más libre e igualitaria, desde valores tan nuestros como la justicia social y el derecho de los más pobres a una vida y trabajo dignos.Podemos prever un largo camino por recorrer, pero sabemos que con ganas, sonrisas y confianza en Dios saldremos adelante.
El proyecto de Red Íncola en Segovia, en el centro social María Inmaculada, está financiado por la Junta de Castilla y León y Bankia-Fundación Caja Segovia, para la inserción sociolaboral de mujeres en situación vulnerable.