Comenzamos un nuevo año, lleno de nuevos propósitos y deseos. Y también empezamos el tiempo ordinario, después de la celebración de la Navidad.
Toca volver a la rutina, al trabajo, al estudio, a los horarios y a las reuniones. Tiempo cotidiano donde parece que no pasa nada especial pero donde se forja la acogida, el acompañamiento y la hospitalidad.
¿Cómo comienzo este tiempo ordinario? ¿En qué momentos descubro la hospitalidad en mi día a día?