La formación del voluntariado: un elemento para crecer en humanidad

Desde Fundación Red Íncola damos gran importancia a la formación del voluntariado. Cada año elaboramos un programa que recoge las necesidades de las personas voluntarias en cada recurso, pero también constituye un espacio de crecimiento personal. Os dejamos el testimonio de una voluntaria animando a todos a pasar por esta experiencia:

Hace ya más de un año que comencé el voluntariado de Café Solidario. Al comenzar, había incertidumbre y miedo de saber cómo hacerlo, desconocimiento de cómo enfrentar determinadas situaciones, me preguntaba si estaría a la altura. Hoy puedo decir que sigo y seguiré aprendiendo en cada ocasión porque en un voluntariado nunca llegarás a saberlo todo. Pero puedo afirmar también que tengo más calma, templanza y herramientas a la hora de gestionarme , y sin lugar a dudas, esa calma se debe en gran parte a la formación recibida durante este tiempo. 

De forma trimestral Red Íncola convocan jornadas de formación, en las que se vuelcan y esfuerzan por intentar resolver tus dudas, por completar tus conocimientos acerca de distintos aspectos de la vida o situaciones con las que te puedas encontrar. Te ayudan a encontrarte con otros voluntarios, algunos compañeros de tu mismo voluntariado y de otros distintos, con lo que el enriquecimiento y el intercambio de experiencias son totales. 

Las formaciones nos aportan datos,Audemars Piguet Replica Watches casos teóricos y prácticos con los que tener una visión global y estructurada del marco general, pero es que también aporta algo enormemente importante como es el compartir con compañeros/as y nutrirse unos/as con otros/as de las vivencias de cada uno/a. Y es que qué hay más importante que la calidez y calidad humana a la hora de ser voluntario/a. 

La formación nos da la oportunidad escuchar testimonios, contar los nuestros propios, intercambiar ideas, conocer otros puntos de vista, ver y alegrarse con la energía y las ganas de los/as compañeros/as, sentirse identificado en debilidades y también en fortalezas, y quizá encontrar gracias a estas personas una forma de afrontar las primeras. En mi opinión, formación significa siempre salir con la mochila llena y las pilas cargadas. Llena de todo lo contado, de teoría y de práctica, de sapiencias y de vivencias, de sentimientos encontrados, símiles a los míos o distintos pero también aprendidos por si en algún momento me toca vivirlos. 


Y, por supuesto, el voluntariado aporta un aprendizaje que no viene en ningún sitio. Las jornadas de formación nos ayudan a crecer tanto como personas como voluntarios/as, tanto en saberes como en calidez, ayudándonos a estar más preparados/as para dar lo mejor de nosotros/as en cada nueva ocasión. Por eso es tan importante la formación, ya no solo a nivel objetivo y teórico, sino a nivel humano. 

Si eres voluntario/a y aún no has acudido a alguna, te animo enormemente a que lo hagas. Te aseguro que valdrá la pena, y podrás comprobarlo por ti mismo/a.

Foto: Encuentro de formación de voluntarios – PAL Jesuitas Valladolid

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