La reforma del Reglamento de Extranjeria, una oportunidad para el futuro de jóvenes como Samuel

Samuel ha cumplido 18 años en Burgos, pero salió de Ghana cuando tenia 13 años. En su paso por Valladolid hace dos años conoció Red Íncola, y desde entonces le hemos estado acompañando en su crecimiento e integración sociolaboral.

Tras mucho esfuerzo, ha conseguido solicitar la nacionalidad española, que es un derecho que tienen todos los menores extranjeros no acompañados que lleven dos años tutelados por la administración, pero que ha sido un proceso lleno de dificultades y barreras, en el que tanto Samuel como los técnicos de Red Íncola han peleado. » Era un derecho que Samuel tenía y se estaba viendo vulnerado».

El camino de Samuel ha estado repleto de dificultades. Su padre murió y él cuidaba de su madre enferma, pero no tenían nada para comer. Con solo 13 años se fue a Libia a trabajar con su tío «trabajábamos en una nave donde dormíamos en el suelo. Una noche nos pegaron una paliza y a mi tio le mataron. Tiraron su cuerpo al mar y a mi me llevaron a una casa hasta que me recuperé. Cuando ya pude ponerme en pié, la familia con la que vivia me dijo que tenía que abandonar Libia, asi que me metieron en una patera hinchable con otras 150 personas, de las que sobrevivimos 80. Fuimos rescatados por el Aquarius y después de un mes desembarqué en Palermo. Estuve en el hospital y en un centro de menores de Milán. Decidí escapar y después de recorrer varias ciudades llegué a Valladolid».

Samuel nos confiesa que sigue con cicatrices, tanto físicas como mentales, y traumas que no han sido tratados, entre ellas que tiene fobia al agua, y su experiencia en los centros de menores no ha sido buena. «Antes lloraba muchísimo, a veces no comía y tampoco cenaba, tampoco salia de la habitación» nos relata. Ahora sonríe porque está contento, tiene una oportunidad de futuro.

La Reforma del Reglamento de Extranjeria para las personas jóvenes extuteladas supone una generación de derechos muy importante para proteger a quienes salen del sistema de protección de menores al cumplir la mayoria de edad, facilitar su inserción en el mercado laboral y en la formación. Sin embargo, no es solo importante que exista la ley, sino que la administración se implique en cumpliarla y velar por estos derechos. Elena, educadora de Red Íncola, incide en este asunto «detrás de la solicitud de la nacionalidad de Samuel ha habido un apoyo y presión por parte de una entidad social, pero en otros casos, sin esta presión, se puede estar vulnerando los derechos de jóvenes porque desde el centro de menores no se solicita este proceso. Es necesario la información y formación en las instituciones para que se cumpla la ley».

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