Como otros años, presentamos esta memoria de actividades de Red Íncola del año 2020, año en el que deberíamos haber celebrado, por todo lo alto, el décimo aniversario de la constitución como Fundación de la Red. Lamentablemente no fue un buen año para celebraciones, por eso queremos aprovechar esta presentación para agradeceros a quienes hacéis posible nuestro trabajo: voluntariado, trabajadores, socios, donantes y demás colaboradores, vuestro generoso, fiel e incondicional apoyo.
El pasado año supuso todo un reto para llevar a cabo nuestra misión de acompañar, defender y servir a las personas más vulnerables. En la Red vemos con agradecimiento vuestra respuesta al reto que supuso mantener nuestra actividad de atención a nuestros participantes de los programas a pesar de las dificultades sobrevenidas.
Desde el primer momento adaptamos nuestro trabajo, con ayuda de las nuevas tecnologías, para mantenernos en contacto con las personas a las que acompañamos. Tanto trabajadores como el voluntariado hicieron un gran esfuerzo para trabajar desde sus domicilios durante los meses de confinamiento, y transmitir confianza y apoyo a quienes eran más vulnerables al impacto de la crisis. Las limitaciones impuestas al contacto personal o a las actividades presenciales, como refleja nuestra memoria, nos obligó a modificar nuestra forma y tipo de atención a las personas que lo necesitaban, sustituyendo algún programa que resultaba inviable por otro tipo de atención.
Afortunadamente contamos con el esfuerzo y dedicación de mucha gente dispuesta a ser fuente de esperanza para superar los momentos de soledad y pérdida de relaciones que ha supuesto la pandemia. Si aún no formas parte de este gran proyecto: ¡anímate!, te estamos esperando con los brazos abiertos.
Os compartimos el video de la presentación de la memoria. En la rueda de prensa participaron Chus Landáburu y Eduardo Menchaca, presidente y coordinador de Red Íncola que pusieron el contexto y cifras de la memoria. Después pudimos escuchar el testimonio de Nadia, Daniela y Naima, tres mujeres, participantes de los programas. Mujeres que luchan cada día por salir adelante, que se esfuerzan por aprender español, buscar trabajo y formarse. El rostro de una migración femenina que se enfrenta a una doble discriminación.