Una mirada a nuestro alrededor más allá del día a día.

El 17 de octubre se recuerda el día internacional para la erradicación de la pobreza o día de la pobreza cero. La invitación que se nos lanza hoy, es a mirar a nuestro alrededor, y ver más allá de nuestros círculos habituales y mirar a quien se queda en los márgenes.

Los datos recogidos por la Red Europea contra la pobreza en Castilla y León de la que Fundación Red Íncola forma parte destacan:

Que más de uno de cada cinco personas (22,4%) en Castila y León están en riesgo de pobreza y exclusión social.  

De las cuales casi una de cada diez (8,9%) se encuentran en situación de pobreza severa en nuestra comunidad autónoma, ampliándose la brecha entre la población rural y urbana.

Ante esta mirada a la realidad, muchas veces invisible, desde este estudio se proponen una serie de propuestas para luchar contra ello:

  • Un sistema educativo inclusivo: Destacan la necesidad de garantizar un sistema educativo inclusivo, que prevenga el abandono y el fracaso escolar, así como garantizar la formación y la educación a lo largo de la vida.
  • Políticas de vivienda coordinadas: El acceso a la vivienda se ha convertido en un factor esencial para luchar contra la pobreza, por lo que desde la red proponen que se lleven a cabo medidas coordinadas y estructurales entre las diferentes administraciones para garantizar el acceso a la vivienda.
  • Medidas específicas contra la pobreza infantil, la feminización de la pobreza y la brecha Rural-Urbana: Se destaca la necesidad de políticas específicas para combatir la pobreza infantil, apoyar a las mujeres en situación de exclusión y hogares monomarentales, y reducir las diferencias entre lo rural y lo urbano.
  • Visibilizar el trabajo del Tercer Sector:  Reconocer el esfuerzo de trabajadores/as y voluntarios/as en entidades sociales que luchan diariamente por erradicar la pobreza.

En definitiva, la pobreza y la exclusión social nos afectan a todos y si no garantizamos la igualdad de oportunidades para toda la ciudadanía, fallamos como sociedad, y es responsabilidad colectiva combatir los discursos aporofóbicos y trabajar por una sociedad inclusiva donde nadie queda atrás.

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