Hoy es Viernes Santo, el día en que Jesús es crucificado y muere en la cruz. Muchas veces parece que el mal, la desilusión y la desesperanza tienen la última palabra. Hay días que la muerte vence a la vida.
Y lo comprobamos también hoy en día, ante tantas personas que sufren el sin sentido de la desigualdad, de las políticas injustas, del mercado inhumano…
Os invitamos a poner la mirada en las personas que acompañamos cada día. Los “calvarios” que muchas veces tienen que sufrir las personas migrantes para poder integrarse en nuestra sociedad:
Detenidos por el color de su piel en los centros de internamiento, rechazados e insultados por ser extranjeros, prejuzgados por una sociedad sin poder defenderse, despojados de su dignidad como persona por no tener papeles, llevando la cruz de la soledad lejos de los suyos, clavados en la explotación laboral y sexual, muertos en nuestras playas buscando una vida más digna.
Acompaña, en estas horas a Jesús y tantos otros crucificados de nuestros días.
Foto de Giorgio Trovato en Unsplash
